LA ALIANZA SECRETA DE PERÚ CON BOLIVIA Y LA GUERRA CON CHILE – 4

LA ALIANZA CONTRA ESPAÑA, LOS TRATADOS DE LÍMITES Y LA GUERRA

Entre 1864 y 1866 ocurrió una guerra contra España, que modificó en forma importante las relaciones de Chile con Perú y con Bolivia.

El gobierno español resolvió enviar al Pacífico una división naval con los propósitos de estrechar relaciones y promover el comercio con sus antiguas colonias. La escuadra salió de Cadiz el 10 de agosto de 1862; España no había reconocido la independencia del Perú, y en este país el presidente Pezet temió un atentado contra su soberanía.

La escuadra llego a Valparaíso el 5 de mayo de 1863 y el 10 de julio entraba a la rada del Callao. El 27 de julio zarpó al norte en cumplimiento de su programa, que era recorrer los puertos del Pacífico hasta la Alta California y volver al sur para doblar el Cabo de Hornos, después de visitarlos por segunda vez.

El 4 de agosto de 1863 ocurrió un incidente entre el propietario y los trabajadores de la hacienda de Talambó; quedaron dos campesinos vascos muertos y La justicia peruana culpó a los trabajadores.

El 13 de noviembre de 1863 arribó la escuadra española al Callao, de regreso de California. Los españoles de Lima pidieron su intervención para obtener justicia para los vascos. Después de varios incidentes diplomáticos, los marinos españoles ocuparon las islas Chicha, fuente de la riqueza del guano, para presionar al gobierno peruano, y el gobierno chileno, en solidaridad con Perú, negó la venta de carbón a la escuadra española.

El almirante José Miguel Pareja, el 25 de enero de 1865, dio el ultimátum que «si no se aceptaban las condiciones de España en 48 horas, abriría las hostilidades». EL general Pezet cedió y el 27 de enero se firmó por el general Vivanco y el almirante Pareja un tratado aceptando todas las condiciones españolas, Las islas fueron devueltas al Perú y la escuadra zarpó rumbo a Valparaíso.

La firma del tratado ocasionó en Perú, el 28 de febrero de 1865, la sublevación del coronel Mariano Ignacio Prado y luego de una sucesión de motines, el 9 de noviembre de 1865 Pezet abandonó el país. Prado asumió la presidencia.

Entretanto, Pareja había llegado a Valparaíso el 17 de septiembre de 1865 y dio un ultimátum al gobierno chileno, exigiendo honores de desagravio y compensaciones por la negativa a proporcionar carbón a la escuadra española. El gobierno se negó a aceptarlo y, para presionar a Chile, Pareja bloqueó los puertos entre Caldera y Talcahuano. Como consecuencia, Chile declaró al guerra a España el 24 de septiembre de 1865.

Como Chile no tenía barcos que oponer a la escuadra española, la única forma de alejarla era privándole los abastecimientos, de modo que era imperativo el apoyo de Bolivia, Perú y Ecuador. El 5 de diciembre de 1865 se firmó un tratado de alianza con el Perú. La alianza con Ecuador fue, firmada el 30 de enero, y con Bolivia fue firmada en 22 de marzo por el general Melgarejo, quién había derrocado a Achá en 1864. La escuadra española se quedó sin abastecimientos entre Panamá y Montevideo y se retiró el 10 de mayo de 1866, después de bombardear e incendiar Valparaíso, destruir la flota mercante chilena y ser derrotada en un combate contra las fortalezas del Callao.

La alianza contra España limó las asperezas entre Bolivia y Chile, y se firmó un tratado de límites que repartía en forma salomónica la soberanía y las riquezas del territorio disputado. En lo esencial, fijaba el límite en el paralelo 24 y se repartirían en partes iguales el producto obtenido en la explotación entre los grados 25 y 23. La mayor abundancia en recursos quedaba bajo soberanía boliviana, con derechos a Chile para controlar las aduanas bolivianas establecidas allí. En Chile, exceptuando a los americanistas, el tratado causó el repudio general, aunque sin producir disturbios contra el gobierno; se había cedido soberanía entre los grados 23 y 24 a cambio de una medianería muy difícil de controlar.

Hay algunos documentos que sugieren un pacto secreto entre logias peruanas y bolivianas para lograr la abrogación del tratado. Como haya sido, lo cierto es que en en Bolivia, los opositores al tratado ocasionaron infinitos problemas a su ejecución. En Perú, el general Castilla y sus adeptos provocaron violentos disturbios pidiendo la guerra con Chile; el presidente Prado fue derrocado con el estigma de traidor por el general Pedro Diez Canseco, cuñado de Castilla, en enero de 1868. Canseco llamó a Castilla para asumir el mando de la revolución, pero éste falleció cuando se dirigía a Arequipa en compañía del teniente coronel Tomás Gutiérrez. Finalmente, Canseco ascendió a coronel a Gutiérrez y llamó a a elecciones. Resultó elegido el general Balta como presidente del Perú para el período 1868 a 1872, quién organizó una expedición a Bolivia, encabezada por el general Agustín Morales, para derrocar a Melgarejo, lo que ocurrió en enero de 1871.

Al terminar su período, el general Balta llamó a elecciones y resultó elegido el candidato del partido Civil, don Manuel Pardo, para el período 1872 a 1876. El coronel Gutiérrez, a la sazón ministro de defensa, encabezó un motín para impedir a Pardo asumir la presidencia, que fracasó por oposición de la Escuadra. Los amotinados fueron linchados por el populacho de Lima.

Durante el gobierno de don Manuel Pardo en Perú, a pesar de expresar al Congreso peruano que el conflicto entre Bolivia y Chile no concernía al Perú, comenzó la presión sobre Bolivia para que anulara el tratado de límites, y para protegerla en caso que Chile respondiera con la guerra, en febrero de 1873 se firmó un tratado de «alianza defensiva» que se mantuvo en secreto.

Los esfuerzos del presidente Pardo fracasaron porque en Bolivia, tanto el general Morales como sus acompañantes, que eran linaristas como Melgarejo, sólo pretendían derrocar la tiranía y restablecer la Constitución, y para resolver los problemas del tratado de 1866, firmaron otro en 1874, que suprimía la medianía entre los grados 25 y 23 a cambio del compromiso de no aumentar durante 25 años, los impuestos a las empresas chilenas radicadas en entre los grados 24 y 23. El tratado fue ratificado por el Congreso boliviano a pesar de los disturbios creados por sus opositores. En Perú se tomó la decisión de asesinar al presidente Pardo, pero alguien filtró el acuerdo y en Lima se publicó en un periódico, una caricatura anunciándolo. El atentado se ejecutó, no tuvo consecuencias y el agresor, un militar retirado, quedó impune.

En 1875 los erarios nacionales de Perú y Bolivia estaban en una situación catastrófica. El presidente Pardo había nacionalizado las salitreras peruanas y a principio de 1876, siendo el señor Frías presidente de Bolivia, arrendó las salitreras bolivianas del Toco para lograr el monopolio de la producción y venta del salitre, El Congreso boliviano al aprobar el contrato, dispuso que también se arrendarían al Perú las salitreras de Antofagasta, cuando venciera la concesión a la compañía chilena.

El general Daza en Bolivia, linarista, hombre de confianza de los generales Melgarejo yMorales y del presidente Frías, fue convencido por el abogado Jorge Oblitas, quién había sido ministro de Melgarejo y tuvo el valor de oponerse a su política y al tratado de 1866, de la conveniencia para el tesoro boliviano de abrogar el tratado de límites de 1874 y cancelar las concesiones a la compañía salitrera chilena, a cambio de un ventajoso tratado aduanero con Perú y del arriendo al Perú de las salitreras de Antofagasta, tal como lo había dispuesto el Congreso al aprobar el contrato por el Toco. Con tal motivo, cuando en 1876 terminaba el mandato del presidente Frías, asaltó el gobierno y en 1878 agregó un impuesto de 10 cts, a las exportaciones de salitre de la empresa chilena en Antofagasta, violando abiertamente el tratado de 1874.

Como consecuencia, en febrero de 1879 Chile declaró nulo el tratado de límites con Bolivia, ocupó el territorio entre los grados 24 y 23 y en abril declaró la guerra Bolivia y a Perú, ligados por el tratado de alianza firmado en 1873, que se conoció en Chile en marzo de 1879.

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