LA MASONERIA Y LA INDEPENDENCIA AMERICANA

Muchos próceres de la independencia americana han sido catalogados como masones. Por la naturaleza secreta de las logias masónicas, sólo se sabe lo que ha trascendido en algunos juicios de la Inquisición, ha sido divulgado por masones que rompieron su juramento de secreto, o papeles privados que se encontraron al fallecimiento de algún miembro.

Según un interesante estudio del Dr. Ezequiel García-Municio, publicado por la Universidad Complutense de Madrid, en estas sociedades, del siglo XVIII en adelante se distinguen:

1) Las sociedades masónicas propiamente tales, cuyos miembros están sujetos a normas rigurosas de conducta y cuyo propósito es

«el perfeccionamiento interior de sus miembros, tratando de modificar su percepción del mundo y su forma de actuar. Desde el principio se acentuó la hermandad y se abandonó el dogmatismo religioso, aunque la creencia en un ser superior siguió siendo fundamental. Su cosmopolitismo no tenía fronteras y se concedió la máxima importancia a la razón y al individuo y su libertad personal. La moralidad interior y la libertad de conciencia sin imposición externa debe ser la fuerza motriz que guía la conducta de sus miembros. La libertad individual es uno de sus principios fundamentales».

2) otro tipo de organización que sólo conserva algunos elementos del ritual (paramasónica o seudomasónica).

Gracias Benjamín Vicuña Mackenna, que tuvo la suerte de encontrar entre los papeles de O’Higgins los estatutos de la logia Lautaro, conocemos su estructura, reglaemto y a varios de sus miembros. Y de ellos también surge que Lautaro era una sociedad secreta seudomasónica (con ritos masónicos), cuyo fin único declarado era

«esta sociedad que debe componerse de caballeros americanos, que distinguidos por la liberalidad de las ideas y por el fervor de su patriótico celo, trabajen con sistema i plan en la independencia de la América i su felicidad, consagrando a este nobilísímo fin todas sus fuerzas, su influjo, sus facultades y talentos, sosteniéndose con fidelidad, obrando con honor i procediendo con justicia bajo la observancia de las siguientes constituciones. »

y sigue el reglamento que establece entre otras obligaciones:

15.- Todo hermano deberá sostener, a riesgo de la vida, las determinaciones de la logia.

7.- Siempre que algún hermano fuese nombrado por el gobierno, primero o segundo jefe de un ejército o gobernador de alguna provincia, se le facultará para crear una sociedad subalterna, dependiente de la matriz,

9.- Siempre que alguno de los hermanos sea elegido para el supremo gobierno, no podrá deliberar cosa alguna de grave importancia sin haber consultado el parecer de la logia,

11.- No podrá dar empleo alguno principal y de influjo en el estado, ni en la capital, ni fuera de ella, sin acuerdo de la logia,

2.- Todo hermano que revele el secreto de la existencia de la logia, ya sea por palabras o por señales, será reo de muerte, por los medios que se halle conveniente.

Sobra decir que para la independencia de América era imprescindible expulsar a los realistas del Perú. Cabe señalar que en la consecución de sus fines, la Lautaro no se detuvo ante el asesinato de los hermanos Carrera y de Manuel Rodriguez, porque estorbaban sus planes, También se sabe que una logia peruana ordenó el asesinato de Monteagudo y que Bolívar, atropellando la justicia peruana, juzgó a los culpables y determinó las penas.

Aunque en la intimidad de la logia el tratamiento ente sus miembros era el de “hermano”, de la correspondencia entre los miembros conocidos de la Lautaro destaca que para referirse a otros iembros se los identifica como “amigos” (los amigos me han dicho…; el amigo X…), término equívoco, que solo permite inferir la calidad de miembro según los interlocutores y el sentido de la frase. Sabemos positivamente que en Perú existían varias logias orientadas a distintos fines, algunas veces antagónicos, y Basadre utiliza repetidas veces expresiones como “Gamarra y sus amigos” o “los amigos de Castilla” que permiten suponer que se refiere a logias peruanas que promovían o se oponían a la federación de los departamentos del sur peruano para unirlos a Bolivia.

De las logias de la independencia se conocen explícitamente la “Lautaro” y la “Independencia del Perú”. La primera fundada por San Marín en Buenos Aires y la segunda por Santa Cruz “al Or del Titicaca”. Como se deduce del reglamento de la Lautaro y de lo escrito por Arguedas y por Basadre, ambas cobijaron otras logias que, en forma de árbol, dependían de la principal; y otro tanto debe haber pasado con aquellas que sólo se conocen por referencias vagas. Ya en pleno período republicano se sabe de la Mazorca, fundada por Belzu en Bolivia para propender a la unión de Bolivia con Perú; está documentada la complicidad de Belzu con Castilla para promover motines en Perú y Bolivia y asaltar el poder. Así, no hay dudas de que la Mazorca tenía su equivalente en Perú y que Castilla era su líder.

Es oportuno recordar la revolución desatada por los seguidores de Castilla cuando se firmó el tratado de 1866 entre Chile y Bolivia, la que culminó en Perú con el derrocamiento de Prado con el estigma de traidor y el de Melgarejo en Bolivia; el Dr Casos dijo en un discurso que Bolivia “era la hija de nuestras entrañas luego de su asentimiento en 1866”, en tanto un diario arequipeño menciona un tratado secreto entre Bolivia y Perú de 1866, el que a no ser oficial, sólo puede ser un acuerdo entre logias afines.

Más tarde, al ser elegido Pardo para la presidencia, se produjo la revolución de los hermanos Gutiérrez para impedir su ascenso al poder. La cercanía de los Gutiérrez con Castilla, el desarrollo de los acontecimientos y la presencia de Casós en su efímero gobierno, tienen claramente la impronta de las logias.

Los escritos de Julio Méndez en 1872 hacen referencia a un grupo de

«bolivianos respetables que se ocupan de organizar el partido nacional de Bolivia, que un día ha de lanzar sobre la faz de dos poderes invasores, los tratados con que desmembraron a su patria»

expresión que puede identificar o no a una logia, y se refiere a quienes promovían el incumplimiento de Bolivia al tratado de 1866 y su abrogación, aún a costa de la guerra con Chile. Los escritos de Julio Méndez fueron publicados en Perú entre septiembre y diciembre de 1872, fechas que coinciden con la discusión y aprobación del tratado secreto de alianza con el Perú y las presiones de éste a Bolivia para que abrogara el tratado de límites con Chile. Luego, están las presiones ((¿de una logia fundada por Castilla?) que sufrió el presidente Pardo para aumentar el poderío naval del Perú, a lo que respondía que el Perú tenía dos blindados: el Bolivia y el Buenos Aires; finalmente, dos meses antes de que estallara la guerra de 1879, se cumplieron los vaticinios de su asesinato, sin haber incorporado a Buenos Aires a la alianza secreta..

—oOo—