EL TRATADO DE PAUCARPATA

Creado el  21/07/2019

Para entender el TRATADO DE PAUCARPATA es necesario revisar el comienzo de la guerra entre Chile y la Confederación.

Perú estaba dividio políticamente y varios militares influyentes, Gamarra y Castilla entre ellos estaban asilados en Chile. Agentina buscó la alianza chilena para resolver sus disputas con la Confederación sin obtenerla.

En Chile aumentaba la turbulencia política, se veía en ella la mano desquiciadora de Santa Cruz y el gobierno seguía atentamente y con desconfianza los sucesos en Perú, Ecuador y Argentina. Se sabía que Santa Cruz se reunía frecuentemente en Lima con los exiliados chilenos en el Perú (O’Higgins entre ellos), contrarios al gobierno del general Prieto y su ministro Portales. En este escenario salió del Callao, en dos buques proporcionados por Santa Cruz, una expedición armada al mando del general Freire con el objeto de derrocar al gobierno chileno. La expedición fracasó y Freire fue desterrado a Australia.

En Chile se consideró que esa expedición era una declaración de guerra y como primer paso se decidió dar un golpe contra las fuerzas navales de la Confederación y se capturaron en el Callao las tres embarcaciones que constituían la escuadra peruana.

Teniendo el dominio del mar, se preparó un ejército que al mando del general Blanco debía batir a Santa Cruz; algunos exiliados peruanos, entre ellos el general Ramón Castilla, acompañaron a la expedición para procurarle recursos al desembarcar en territorio peruano.

La expedición partió mal. Al desembarcar en Quilca elos primeros días de ocubre de 1837 naufragó la fragata Carmen y se perdieron muchos pertrechos. A pesar de eso Blanco se internó en el Perú confiando en los recursos peruanos, que no llegaron. Llegó a Arequipa donde reparó en algo las pérdidas al tiempo que escuchaba proposiciones de paz que hacía Santa Cruz que reunía rápidamente su ejército con tropas llegadas desde Bolivia y del Perú y se instalaba en Paucarpata.

Blanco estaba en abierta desventaja, pero la traída de tropas desde Bolivia debilitó la posición de Santa Cruz en La Paz y el vicepresidente Calvo, encargado de la presidencia, convocó al congreso de 1837 con el solo objeto de examinar el proyecto de Confederación, el cual, tras ardiente y apasionado debate, fue rechazado por las cámaras bolivianas.

Santa Cruz, además de buen general era un hábil político. Calculó que aunque ganara la batalla su ejército iba a quedar muy maltrecho y lo necesitaba intacto para sofocar la revuelta; con este fin propuso el tratado que se firmó el 17 de noviembre en Paucarpata. Ya en La Paz, convocó a un nuevo congreso en Cochabamba, y para que no diese los mismos resultados del precedente, violó la inmunidad de los jefes de la oposición parlamentaria y, con pretextos de poca monta, los hizo desterrar o poner en prisión, asegurándose así arbitrariamente una mayoría favorable en el congreso que hubo de aprobar definitivamente el 3 de mayo de 1838 el Pacto de la Confederación.

El tratado dice entre otras cosas:

—Que Santa Cruz niega haber ofendido a Chile con la expedición de Freire y en consecuencia el acto de guerra con que Chile capturó los buques peruanos no lo hizo con la intención de apropiárselos en calidad de presa sino que los “tomó en depósito” (¡Que manera de mentir!) y que serían devueltos.

—El gobierno de Chile se compromete a servir de mediador en la guerra de la Confederación con Argentina.

Por último, Santa cruz aprovechó de reforzar su caballería comprando los caballos chilenos.

El tratado no fue aceptado por el gobierno de Chile porque Blanco excedió sus facultades. Posiblemente Santa Cruz lo esperaba, pero el tratado le dió tiempo para consolidar la Confederación y ganar la guerra con Argentina.

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@Patricio González Granifo.
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